Carta abierta a lo que queda de mi alcalde

IMG_9499(Tras señalarme de nuevo como ‘la mano que mece la cuna’).

Mire, hace tiempo que quería escribirle. Sobre todo para explicarle una vez más por qué he hecho de su salida de la alcaldía una de las empresas de mi vida. Y no es, como se empeña en repetir, ni por inquina, ni por rencor y ni mucho menos por envidia (sinceramente no alcanzo a entender por qué le podría tener yo envidia). «Siento tus complejos pero yo no tengo la culpa de ellos», me dice también en un wasap reciente. Y de nuevo me pregunto por qué extraña razón se cree usted superior a mí para que piense que me puedo sentir acomplejado por algo, cuando insisto en que por más vueltas que le pueda dar solo se me ocurren motivos para lo contrario.

Mire, la verdadera y única razón de haber hecho de su salida de la alcaldía una empresa personal es porque me he encontrado con la oportunidad de poder hacer algo para que políticos como usted no sigan deshonrando a quienes con verdadera vocación de servicio se dedican a la cosa pública. Y digo oportunidad porque de no haber empezado hace casi cinco años a hacer periodismo en Villaviciosa no podría haber hecho nada de lo que sí he podido hacer después incluso de haber vendido mi revista. Y doy gracias por ello.

Porque yo me rebelo ante su escaso espíritu democrático, el modo ‘cortijero’ con el que ha gestionado el Ayuntamiento, sus formas trasnochadas de cacique, sus abusos de poder, sus arbitrariedades, sus desmanes, su nula vocación de servir a sus vecinos… Y mientras la mayoría de ciudadanos las más de las veces se tienen que resignar a poder votar cada cuatro años, o como mucho a unirse con muchos otros para protestar, yo tengo en este caso la oportunidad de hacerme oír, de influir. Quizá mirar para otro lado sería lo más cómodo, pero precisamente ese es mi compromiso con la sociedad, el mismo por el que me hice periodista como otros se dedican a servir desde la política o se implican en ayudar a los demás.

Esa es la única motivación que tengo. Servir desde mis convicciones al bien común. Y usted no lo representa, al contrario. Y yo, que conozco bien su manera de proceder, no puedo estar más convencido de ello. Lo sorprendente es que cuando le escucho llego a la conclusión de que usted está convencido de que esa manera de proceder es la adecuada. Por eso recurre a la inquina, el rencor o la envidia para explicarse mi insistencia. Pero le voy a poner un ejemplo que quizá le ayude a entenderlo: el presidente Maduro en Venezuela (que gobierna con el apoyo de más de la mitad de los electores) o Pablo Iglesias en España (que de momento está obteniendo un amplio apoyo de la población) están convencidos de lo que dicen, de que su manera de ver las cosas es la apropiada. Pues imagínese a los periodistas que tratan de combatirlos y que incluso se ven vejados por los que piensan como ellos. ¿Cree usted que su crítica es personal? ¿Que es la fobia lo que les mueve? Pues en mi caso, y salvando las indudables diferencias (no me veo yo acabando en la cárcel), es lo mismo lo que me empuja, en este caso a combatir a quien coarta la libertad de expresión, desprecia a quien no piensa como él, favorece a los suyos, utiliza el poder en su beneficio o hace de la coacción más o menos velada su modelo de gestión. Y su empeño en no querer marcharse a pesar del castigo de las urnas y de saber que es usted el obstáculo para un gobierno estable de centro derecha no hace otra cosa que reafirmarme en mi opinión.

Pero también le digo que, aunque evidentemente tuve mucho que ver en que hubiera una nueva fuerza política que pudiera contribuir a conseguir el objetivo de impedir que usted siguiera como alcalde, no soy yo quien la dirige por mucho que vea mi mano allí donde otros con su propio criterio (faltaría más) también le combaten. No se equivoque: los concejales que representan a VOX en el Ayuntamiento se sumaron al proyecto porque lo compartían, en algún caso con mayor convicción aún de su impropia manera de comportarse. Ellos son los dueños de sus actas de concejales y con personalidad más que suficiente para que nadie les maneje. No les tome por marionetas, que eso ofende y enfadados van a tener menos ganas de colaborar (mire que es usted torpe). Doy Fe que no he participado ni siquiera influido en las negociaciones entre partidos. Lo único que hago es apoyar en comunicación, que es de lo que yo sé, y digo apoyar, y seguir combatiéndole, eso sí, desde Un periodista en Villa, que ahí si mando yo.

Espero que de una vez por todas acabe entendiendo, usted y quienes piensan como usted, qué es lo que como periodista comprometido con mi pueblo origina mi manera de proceder. No vea fobias donde no las hay. No le deseo de verdad ningún mal, ni mucho menos. Pero no quiero perfiles como el suyo gobernando ayuntamientos. Y como le decía al principio, al menos en Villa tengo la oportunidad de hacer algo más que votar cada cuatro años.

Atentamente,

Miguel Ángel Prieto

Posdata: “La relación con la prensa suele ser un buen síntoma para medir la vocación democrática de una formación política”, decía recientemente un editorial de El Mundo, que señalaba que resultaba “insólito” que una administración utilizara recursos públicos para reprobar las informaciones de prensa que no son de su gusto: “Son los medios de comunicación quienes deben cumplir en democracia la función social imprescindible de fiscalizar el ejercicio del poder, y no al contrario”, afirmando que “es injustificable que una autoridad se arrogue la potestad de dónde se halla la verdad”. Pensé que hablaba de usted, de lo que han sido sus prácticas habituales, utilizando los medios públicos a su alcance (cartas con membrete del Ayuntamiento, gabinete de prensa del Ayuntamiento, revista financiada por el Ayuntamiento…) para controlar el ejercicio de la libertad de información. Pero no, hablaba de la alcaldesa podemita de Madrid, por la que el editorialista de El Mundo debe sentir indudablemente fobia, rencor, envidia… Para que vea lo fácil que se ve la paja en ojo ajeno.

Acerca de Un periodista en Villa

Periodista y de Villaviciosa de Odón.
Esta entrada fue publicada en Mis blogs. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario (ver política de comentarios)