Dice la RAE que abusar “es aprovecharse de forma excesiva de una facultad o cualidad de alguien en beneficio propio”. Y eso es lo que ha hecho el alcalde José Jover: abusar de su posición para ejercer una persecución ilegal hacia mi persona. Primero enviando a la policía a mi empresa y después emitiendo un comunicado infame (“que carece de honra, crédito y estimación”) más propio de Mortadelo y Filemón, que diría el marqués de Prado Redondo en sus ‘Historias de Castilciosa’, que de un Ayuntamiento mínimamente serio. 

“El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón, a través de la Policía Local, ha localizado el posible origen desde donde pudo salir el folleto anónimo (…) con el objetivo de determinar si su distribución puede ser constitutiva de una infracción de la ordenanza de Medio Ambiente. La ubicación se centra en la calle Carpinteros, del Polígono Pinares Llanos”. Eso dice el comunicado enviado desde el Ayuntamiento a los medios. Y es el remate a una serie de despropósitos y actuaciones irregulares que solo demuestran hasta qué punto este alcalde puede perder los papeles.

El origen de esta historia es el folleto anónimo al que se refiere el comunicado, que con el nombre de “Ciudadano de la Villa de Odón” empieza con un titular en la primera página que dice “Alcalde condenado”. Nada nuevo sobre el alcalde que antes no hubiera publicado bien “La Prensa de Villa” original, bien “Un periodista en Villa”, incluso algún medio más. Pero Jover perdió los nervios e inmediatamente mandó que se avisara a la policía para parar su distribución.

La excusa, como asume el propio comunicado, es que podía infringir la ordenanza de medio ambiente porque se estaba también colocando en los parabrisas de los coches, cosa que en caso de que se entendiera como punible (es interpretable) por incumplir con uno de los artículos de la citada ordenanza se trataría de una infracción administrativa leve… Pero se busca a quien lo está repartiendo y además de tomársele los datos se le presiona para que diga quién está detrás… Improcedente mientras no se produzca la denuncia y quien la instruya lo determine.

Y más improcedente, y probablemente ilegal, que por vagas informaciones y sin denuncia de por medio se presenten en mi empresa para tratar de comprobar si éramos “el posible origen desde el que salió el folleto anónimo”.

“Es Medio Ambiente” quien nos envía, se nos argumentaba por parte de la policía cuando se les preguntaba el porqué de su actuación, pero la concejal María Martín lo desmiente: “Es una orden totalmente ilegal que no ha salido de ninguna de mis concejalías (además de la de Medio Ambiente es la responsable, para más inri, de la de Seguridad). ¿De quién era la orden entonces? ¿Había sido la policía motu proprio (complicado) o estaba siendo utilizada como policía política, como en los mejores tiempos de las dictaduras, por el alcalde?

Como no podía ser de otra manera nada hallaron. Y el propio jefe de la policía le decía a este periodista que así lo comunicarían en el informe. Punto final…

Pero no: a primera hora de la tarde el Ayuntamiento enviaba el comunicado en cuestión, hablando de ‘posible origen’, ‘pudo salir’… para solo decir la calle (ni siquiera el número) y el polígono. De sainete si no fuera nuestro Ayuntamiento y la utilización de nuestros servicios públicos en interés propio (una vez más).

¿De verdad se puede justificar tanto despropósito por una infracción administrativa leve, si la hubiera, de una ordenanza municipal? ¿O realmente estaríamos hablando de abuso de posición y persecución ilegal? Eso igual sí es denunciable, y no el contenido del folleto que no recoge más que informaciones ya publicadas previamente…

*Todo mi cariño para Fernando Barbolla, responsable de Comunicación del Ayuntamiento, un buen profesional y mejor persona que no merece tan poco respeto. Y también para los polis víctimas de los delirios del alcalde.